Desde las 9.30 del Lunes, hasta el día de hoy a las 17, tuve un nudo en el estomago y un pensamiento constante hacia ella. Hasta me planteé más de 4 veces pasarme por el lugar y espiar... La madre que nunca quise ser... la mamá que no confía si no están las cosas bajo su control, la mama que se ocupa y preocupa pensando que habrá comido, si habrá bebido suficiente agua, si habrá sido capaz de resolver algún conflicto emocional que haya surgido... Esa mamá, que está dentro de mí, y que si la veo en frente pienso que es una histérica, y que debe confiar más en la niña...
Hoy por fín, llegó el momento de recogerla, no estaba llena de arañazos, no había sufrido, había disfrutado sin mí, había hecho reír a los compañeros que no conocía, había ayudado a cocinar, había enseñado español, había pescado, nadado, había jugado a juegos nuevos, había resuelto conflictos... sin mí... fuera de su nido.. y yo... respiré y pensé... ya va volando, ya va cogiendo autonomía, ya están aconteciendo esos momentos para los que la hemos preparado con constancia, dedicación, delicadeza... ya están llegando esos momentos, en los que ella, por si sola, use las herramientas que le hemos dado...Cuanto cuesta, no a ella, a mi, cortar ese cordón, comprobar que es una persona a parte, mirar atrás y encogerme de hombros con cara de poker con la mano en la frente susurrando " donde han ido a parar esos 8 años"... se fueron, y se metieron en la maleta de una futura adulta, que crece a la velocidad del rayo.
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