Yo me enganché al juego de los sims cuando tenía unos 15-16 años... podría jugar 4-5 horas al día... acababa cansada, y creyendo que vivía el juego... Hoy me doy cuenta de que no estaba mal... pienso que no se aleja mucho de la realidad y que es una buena manera de hacer balance en las distintas ramas de tu vida.
Entre otras cosas, uno de los desafíos del juego era satisfacer las necesidades de mi Sim. No satisfacerlas puede traer consecuencias, desde que el Sim entre en depresión hasta la muerte del propio Sim. Era sencillo, pero tenias que ocuparte de muchas cosas. De que tu sim no pase hambre, de que este cómodo ( se compraban cada vez muebles mejores para que estos pudieran descansar mejor), que esté aseado, de que esté descansado, de que se divierta, de que se relacione con los demás y de que viva en un entorno que le guste.
Tenia que tener trabajo, e iba ascendiendo según como lo hacías. Tenían un rombito encima de su cuerpo que indicaba como estaba. Verde estaba completo con todo en su vida y rojo faltaban cosas.