Antes le explico lo que vamos a hacer. Siempre hay miles de cosas por hacer, y nuestras favoritas son convertir algo que tenia su uso en otra cosa preciosa creada con nuestras manos. Es importante que su tarea sea adecuada a su edad y gusto, para que no se frustre mientras lo hace. Siempre felicitándole por su buen trabajo. He observado en estos tres años y medio, que esos momentos se convierten como en rituales, en nuestro momento. Suspira, me mira, se ríe, canta y me pide que cante con ella. Y ella me pide que hagamos algo, me ayuda a cocinar, se interesa por lo que hago...
El proceso es maravilloso pero más todavía es el acabado y todavía mejor sus expresiones al enseñar nuestro trabajo. Se convierte en vivencias que nunca olvida. Un trabajo muy satisfactorio en el que me gusta trabajar su autoestima. Se ve apoyada por mi, yo por ella, somos un equipo, de igual a igual, se le ve que se siente feliz y segura de lo que hace. Como cuando en el cole nos mandaban hacer un trabajo en equipo... si había buen rollo todo fluía y el resultado era enorme.
Todo hay que dejar que fluya, que no haya tensiones... por eso olvidaos de que está manchándose, se puede cortar, se puede mojar... todo hay que pensarlo para que sus tareas sean fáciles y adecuadas... el momento de limpiar después se verá recompensado por su carita al finalizar y por lo relajada que se queda.
Os animo a todos a trabajar con niños...aprovechad internet que es un paraíso de ideas si no se os ocurre nada!
