Hemos tenido unas navidades un poco alborotadas. El sacar de su rutina a Gala le puso un poco enfadona, inconformista, de mal humor y sin ganas de dormir ni comer bien... La vuelta al cole la normalizó un poco pero seguía revoltosilla. Su relación con Eliot también iba cada vez más "agresiva". sus cariñitos eran más bruscos, le gritaba cantado cuando lo veía dormido... en fin... molestosilla. Y yo tambien... cada vez mas inquieta. Esta semana ha estado pachucha y nos hemos dado una sobredosis de atención y ha sido muy gratificante.
Es increible lo básico que es, para que la relación padres-hijo funcione, escuchar las necesidades del pequeño. Muchas veces no nos deja el cansancio, el estrés... y debemos apartar todo eso para abrir bien las orejas y atenderles como demandan. Hay que darle importancia a todo lo que piden. Aunque para un adulto sea una "tontería" para ellos es en ese momento lo mas importante que hay. Me refiero a cositas como " papá mira..." mama escucha..." "mama toma..." Y nosotros, por prisas o cansancio, no percibimos que hay detrás de ese mamá o papá. Ellos no eligen lo que tienen. Ellos viven de nuestra atención, de nuestro ejemplo, de nuestra dedicación... Y eso lo veo día a día con los míos... Incluso Eliot que tan solo tiene 4 meses. Una vez que me paro, comprendo esto y lo llevo a cabo todo va rodado... Y a veces es necesario (por desgracia) gritarle o tener un mal gesto con ellos, para darnos cuenta de que ese no es el camino. Y es que ese camino lo hacemos juntos, somos un equipo de enseñanza y aprendizaje. Construimos nuestra persona y nuestra relación... juntos...
Ayer fue toda una experiencia. Gala, con toda su fiebre y mimo me dijo que sus bebes no tenían cuna, por eso dormía con todos en la cama (deben ser unos 6) Así que le dije: tranquila, mañana le hacemos una. Y así hicimos, de una caja de cartón construimos juntas este tesoro para sus bebes. Y es curioso como les cuida... me quedo tranquila, porque lo hace desde el respeto y el cariño... Después de esta jornada, Gala tuvo Ganas de sentarse un rato a leerse unos cuentos, tranquila, y yo a hacer mis cosas y atender a su hermano en exclusividad. Es muy importante que, para que "obedezca" se le prometan cosas que le haga ilusión y llevarlas a cabo. Está tranquila, satisfecha...
