lunes, 29 de septiembre de 2014

Mi camino soñado

Ayer mismo hable de lo curiosa y mágica que es la vida... como se enlaza una cosa con otra a nivel laboral... como por arte de magia.

Yo empecé trabajando en el salón de belleza de mi mami, con solo 11 años. Hacia ceras a mis amigas por un precio simbólico. A veces venían también a que les hiciera un masaje en la cara... Imitar a mamá siempre me gustó... es una modelo a seguir, le tengo gran admiración porque es una mujer independiente, luchadora, trabajadora, abierta de espíritu... vamos, hay pocas como ella...

De ahÍ , con 14 años, me metí en el bar del instituto, donde estuve dos años repartiendo bocatas, limpiando mesas y charlando con los "piarderos" .Me sentía especial y muy útil, apenas cobraba pero le daba bocatas a mi cuñado sin que nadie se diera cuenta.

Con 15 cuidaba a niños en los hoteles y mas de un animador se quiso colar en la habitación para conocerme. Mientras me aburría mientras dormían los peques.. luego los papis llegaban, siempre oliendo a tabaco y alcohol..

Hice mi curso de animación infantil y empecé con el contacto con los mas pequeños. Me era muy fácil ya que era como un "de tu a tu". Mi padre me enseñó a ser una niña en cuerpo de adulto... siempre jugando, inventando, imaginando...disfrutando.

También hice unos cursos de micropigmentacion, y la verdad es que me gustaba y me sigue gustando, hacerlo. Vienen con la moral por el suelo y luego salen felices, no tanto por la micro, que les arregla la fachada, si no porque siempre intento arreglar parte del interior... se deshagohan , ríen, lloran, confiesan... me encanta.. y siempre vuelven.

Luego a los 16 entré en un ballet donde éramos tres. Haciamos bailes para los hoteles... intentando ser sexi. Me di cuenta de que era mas importante ser sexi por dentro que sexi por fuera. De hecho la voz en off que nos presentaba decía: con ustedes Catherin la sensual, Martina la sexi y Eva la divertida... si... la divertida.. hasta en un ballet sexi...

A los 19 entré en una compañía de teatro que nos hacia viajar por toda España. Aprendí a convivir, a ser independiente, a amar mi trabajo... a parte de geografía española y probar toda clase de rones. También hacia monólogos, incluso saña en la tele haciendo uno, escrito por mi... Una vez me visualicé así y al tiempo allí me veja... Visualizar el camino, ¡que importante!, sin mucha ambición...

A los 22 me hice monitora de risoterapia en Barcelona. Se me daba muy bien de toda la vida tener contenta y distraída a la gente, hacer el ganso y que la gente se animara... pues resulta que había una filosofía de vida perfecta para mi... la risoterapia. Menudo descubrimiento... me cambio la vida.

Cuando con 23 me fui a Toulouse busqué a alguien que hiciera animaciones... Y me encontré con la gran Coquelicot, Claudia Espina. Me enseñó el mundo de la globoflexia, me abrió su casa y su corazón y me formó como escultora de globos...

A los 26 llegué a Malaga de nuevo y me reencontré con mis primeros profesores de teatro. Fran y Nuria me dejaron responsable de la animación de su recién estrenado local, un centro de ocio con parque de bolas. Fue muy satisfactorio porque me sentía una mas de ellos, y confiaban en mi plenamente...

Y cuando vinimos  a Madrid, dando vueltas con mi Gala de año y medio de la mano entré en la pequeña gran librería mumú, con lina detrás del mostrador. Ella se convirtió en una de mis mejores amigas y aquel espacio en mi segunda casa donde contaba cuentos e historias a los mas peques y les hacia fiestas y talleres.

Me encontré a Kris por el camino, la mamá de Said, de la misma edad de Gala. Kris estaba apurada porque necesitaba dejar a Said unas horas por semana y así dedicarse a su recién nacida Sofia. Said venia a casa y junto con Gala les hacia actividades. Mi casa se convirtió en una pequeña escuelita al venir a ella Jimena y Mariela. Aprendíamos juntos a vivir, a respetar a cantar, a contar... mi hice madre de día casi sin darme cuenta.

Nació mi pequeño Eliot y yo seguía contando y jugando, con él en el fular. Gala, Said y Jimena se fueron al cole y yo me asomé por Jugalia, un centro de aprendizaje a través del juego donde Edith, su dueña, es un reflejo de todo lo que tengo en mi mente y corazón.

Edith pronto confió en mi y me cedió el espacio para que, junto con Isa maestra de infantil, acogiéramos por las mañanas a bebes para enseñarles a valorar, respetar, creer en ellos... También hago allí cumples, cuentos y todo lo que tengo en mi cabeza...

Ahora dandole vueltas ami cabeza para hacer una formación de infantil, y así justificar con un titulo todo lo que me experiencia ha recopilado.

Todo llega, todo surge... Llenando la maleta de aprendizaje, de gente interesante, enlazando acontecimientos, estando abiertos de mente y corazón, aprovechando cada oportunidad, sacando lo mejor de uno, creyendo en ti, proponiendo y llevando a cabo todo lo que se sueña.



1 comentario:

  1. Hola, me escribiste un email pero no te puedo contestar pues no está bien tu correo. Me lo puedes reenviar por fis. Gracias. http://www.cincodeditos.com/contact

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